Una buena historia de usuario sigue los criterios INVEST: Independiente (puede desarrollarse por separado), Negociable (los detalles pueden discutirse), Valiosa (entrega un beneficio a los usuarios), Estimable (el equipo puede evaluar el trabajo involucrado), Pequeña (completable en un sprint), y Testeable (tiene criterios de aceptación claros). Estos componentes aseguran que la historia sea accionable y agregue valor al producto.