El traductor de código puede procesar varias estructuras de programación, incluyendo bucles, condicionales, funciones y clases. Sin embargo, algunas características complejas específicas del lenguaje podrían necesitar ajustes manuales. La herramienta funciona mejor con patrones de programación comunes y funciones de biblioteca estándar. Para aplicaciones sofisticadas, se recomienda revisar y probar el código traducido para asegurar su correcta funcionalidad.