Múltiples factores más allá del contenido pueden afectar la entregabilidad del correo. Estos incluyen tu reputación como remitente, frecuencia de envío de correos, antigüedad de dominio, protocolos de autenticación (SPF, DKIM, DMARC) y el estado de tu dirección IP. Elementos técnicos como enlaces rotos, encabezados de baja calidad de cancelación de suscripción, o código HTML deficiente también pueden activar filtros de spam. El monitoreo y mantenimiento regular de estos factores ayuda a asegurar una mejor colocación en la bandeja de entrada.