Una declaración de valor fuerte debería incluir varios elementos clave: 1) El propósito o misión central de tu empresa, 2) Los beneficios únicos que ofreces a los clientes, 3) Tus diferenciadores clave respecto a la competencia, 4) Los principios que guían las decisiones de tu negocio, y 5) El impacto a largo plazo que deseas lograr. Debería ser concisa pero completa, inspiradora pero realista, y lo más importante, debería resonar tanto con tu equipo interno como con los interesados externos. Recuerda, una declaración de valor poderosa captura la esencia de tu marca de manera memorable y significativa.