Las traducciones automatizadas ofrecen una comprensión general del contenido, pero pueden no ser 100% precisas, especialmente con términos técnicos o específicos al contexto. La precisión depende de factores como la calidad del documento, la complejidad del texto y el motor de traducción utilizado. Aunque la traducción automática ha mejorado significativamente, puede tener dificultades con expresiones sutiles, modismos y referencias culturales. Para documentos críticos, se recomienda que un traductor humano revise la salida.