Si bien los traductores shakesperianos pueden ser útiles como ayudas de estudio, no se recomiendan como herramientas principales para trabajos académicos. Estas herramientas son más adecuadas para escritura creativa, entretenimiento o obtener una idea general del estilo lingüístico isabelino. Para estudios académicos serios, es mejor consultar ediciones académicas, textos anotados y recursos académicos que proporcionen contexto adecuado y traducciones precisas.