Las preguntas aleatorias pueden mejorar significativamente el aprendizaje de los niños de varias maneras. Estimulan la curiosidad, alentando a los niños a pensar de forma crítica y creativa. El elemento de sorpresa mantiene a los niños comprometidos y entusiasmados por aprender. Estas preguntas también pueden ayudar a mejorar la memoria, ampliar el vocabulario y desarrollar habilidades de resolución de problemas. Además, son excelentes para iniciar conversaciones, promover habilidades sociales y pueden usarse como rompehielos en grupos o clases.