Los errores comunes incluyen no escapar correctamente los caracteres especiales, crear patrones demasiado complejos que sean difíciles de mantener, y generar patrones que son demasiado específicos o demasiado generales. Además, ten cuidado con los cuantificadores codiciosos que podrían causar problemas de rendimiento, olvidar manejar casos extremos, y no probar el patrón generado de manera exhaustiva con diferentes variaciones de entrada.