Las traducciones automáticas de español castellano típicamente logran una precisión del 85-90% para documentos comerciales, dependiendo de la complejidad del contenido. Son excelentes para manejar terminología comercial estándar y patrones de lenguaje formal. Sin embargo, para documentos legales, contratos o materiales de marketing, se recomienda que un traductor humano revise la salida para garantizar el contexto adecuado y se mantengan las convenciones de dirección formal.