Aunque los generadores de historias con IA son herramientas poderosas, tienen limitaciones. A veces pueden generar frases repetitivas o puntos de trama genéricos, y pueden tener dificultades con el desarrollo complejo de personajes o mantener hilos narrativos consistentes en historias largas. La calidad de la salida depende en gran medida de la entrada proporcionada. Además, la IA no puede replicar experiencias o emociones humanas genuinas, por lo que las historias pueden necesitar una edición humana significativa para sentirse auténticas.