Las herramientas de traducción con IA se han vuelto cada vez más sofisticadas, alcanzando hasta un 95% de precisión en pares de idiomas comunes. Sin embargo, funcionan mejor con contenido directo y pueden tener dificultades con lenguaje matizado, modismos o contexto cultural. Para documentos profesionales o legales, se recomienda usar la traducción por IA como borrador inicial y que un traductor humano revise el resultado.