Aunque las herramientas de traducción con IA han mejorado significativamente, generalmente alcanzan un 85-95% de precisión para traducciones de inglés a japonés. Herramientas como DeepL y redes neuronales avanzadas manejan bien frases comunes y contenido formal, pero pueden tener dificultades con matices específicos del contexto, modismos y referencias culturales. Para documentos críticos como contenidos legales o médicos, se recomienda usar la traducción de IA como primer borrador y hacer revisar el resultado por un traductor profesional.