El traductor funciona con varios tipos de contenido, desde conversaciones informales hasta texto formal. Adapta frases comunes, jerga y lenguaje cotidiano a auténticos patrones de habla al estilo Brooklyn. Sin embargo, funciona mejor con contenido conversacional y puede necesitar ajustes para terminología técnica o especializada. La herramienta mantiene el significado original mientras añade un distintivo sabor de Brooklyn.